Ya es complicado llegar a un acuerdo entre una asociación sin ánimo de lucro con los ayuntamientos, ya sea porque no hay sensibilización hacia la ciudadanía sobre la problemática de la masacre constante que hay en el mundo felino (la alimentación prohibida, la desatención en casos críticos, la despreocupación frente a enfermedades, el no subvencionar las esterilizaciones, el no ofrecer alternativas de asentamientos estables, etc..) o bien por la dejadez de funciones públicas y amparadas por la ley de protección animal en cuanto al trato de los gatos, considerados domésticos y de obligada atención municipal.... ahora nos encontramos con la empresa privada.
En terreno privado no se puede entrar, no se puede gestionar y para cualquier duda o problemática, hay que pedir permiso, a menos que sea algo grave como envenenamiento, maltrato u otras causas tipificadas en el código penal hacia los animales.
- Pero qué sucede cuando no saben qué hacer con una colonia que "invade" su espacio de trabajo?. El recurso fácil es prohibir que echen de comer, para evitar que más gatos acudan o que se asienten los que ya hay, pensando que así marcharán. Este sistema no funciona, no suelen estar en el interior por comida exclusivamente, ya que la gran mayoría no duermen donde comen, y utilizan un ambiente protegido a modo de territorio para establecerse como colonia. Recordemos que generalmente las fábricas se ubican en el extrarradio de las urbes, rodeadas de campo, terreno fértil, viñas,etc.. en plena naturaleza encontraremos animales, no puede sorprendernos. El remedio no es exterminarlos o echarlos, sino compartir y marcar un equilibrio entre el ser humano y los animales.
- Cuando ven que aún así es difícil de controlar la buena voluntad de algunos trabajadores que persisten en alimentar, o que aún sin alimentar los gatos no abandonan un área de producción industrial, se recurre a una asociación o protectora. Pese a que para muchos es lo mismo, las protectoras cuentan con un espacio controlado mediante jaulas para acoger a animales de causas varias mientras que una asociación suele estar formada por los propios alimentadores, sin ningún tipo de ayuda que a duras penas cuenta con casas de acogida de casos de animales muy específicos con opción de ser adoptados. Es un recurso rápido de no tener que lidiar con los ayuntamientos, de evitar "gastar", de que le resuelvan el problema. Quieren que saques como sea a los gatos de allí. No entienden que ese empeño de expulsarlos no acaba bien. Capturas, ya de por sí complicado hacerlo de forma conjunta para no separar camadas jóvenes o en periodo de lactancia. Llevas a esterilizar a los adultos, ya que los jóvenes todavía no están desarrollados, y los sueltas a todos en otro punto X (a tomar por culo y más allá). Los gatos son territoriales, y si algo aprendes con eso es que persisten. Si tienen que volver a una distancia de 15km, vuelven. Otra cosa es que se queden por el camino y mueran en el intento. Pero la cabezonería es supina en nuestra especie. Ya te miran por encima del hombro cuando ofreces tu servicio para echar un cable porque te preocupa la integridad de los animales mientras que a todos los que te rodean generalmente les causa risa.
- Suponiendo que la empresa acceda a escucharte de que la idea es capturar, esterilizar y soltar en la misma ubicación pero reconduciendo a la colonia a casetas muy cercanas donde se sientan protegidos y alimentados pues ya es todo un logro. Pese a tener muchísimo terreno en desuso, nadie se moja el culo por los animales. Por supuesto, aquí interviene el ayuntamiento. Compra o subvención de casetas, esterilización de animales, alimentación.. tienen que pactar. Es más rápido que la empresa tome una decisión de si les compensa más arreglar un pequeño espacio y olvidarse de esos gatos que les supone un problema serio que intentar lidiar con un ayuntamiento que ni siquiera se aclara de como tiene que interpretar las leyes de protección animal. VOLUNTAD. Esa palabra es mágica en todas direcciones.
Dicho esto, nuestra primera experiencia de captura en grupo, medir los tiempos para no dejarse a ninguno mientras uno está en el veterinario y los otros están por coger, traslado obligado de la colonia esterilizando sólo a los padres y no poder hacerlo con los cachorros de cuatro meses y buscar una ubicación en la cuál, en caso de huir despavoridos tras la suelta, no sea una carretera lo primero que encuentren, pues esperemos sea positiva, no por nosotros, sino por los animales. Habría sido muchísimo más fácil protegerlos en un reducido espacio donde se puedan abastecer en campo abierto de comida como ya hacían sin molestar a nadie...
No hay comentarios:
Publicar un comentario