Ya es complicada la gestión de animales en acogida cuando ya tienes propios, pero al ser cachorros el riesgo es mayor. Todas las asociaciones pasan por ello, malas experiencias que te sitúan al límite de tu capacidad emocional, de estrés y económica. En este caso, tratándose de enfermedades, se puede establecer un protocolo de seguridad por la sintomatología que presentan. Lo normal serían las diarreas, la pérdida de temperatura corporal, resfriado o conjuntivitis.
El problema se presenta con un cuadro epidemiológico complejo de tratar. La panleucopenia. No la ves venir hasta que no aparecen los síntomas. Al ser gatitos de menos de dos meses y acogerlos ante una salud aparentemente normal pues como es un período de camadas, decides recogerlos, juntarlos en un mismo espacio. Ahí surge el primer error. No puedes ser sensible y debes ser racional. Entre los 5 - 7 días de establecer el contacto aparece la incubación. Apatía y alejamiento del resto de cachorros, dejar de comer, vómitos de agua, diarrea en ocasiones con hemorragia, deshidratación. Cuando se presentan estos síntomas, inmediatamente test de panleucopenia en el centro veterinario. Aislamiento absoluto entre ellos a ser posible y comienzo del tratamiento. En qué consiste? tenemos que conseguir combatir esos síntomas mediante antibióticos, vitaminas y suero como sistema de ayuda adicional para que el animal consiga superar el hecho de ser positivo durante el tiempo necesario y que no fallezca. Para estar seguros de que no hay riesgo con porcentaje alto, serían 14 días en los que no hay síntomas; entonces transcurrido este tiempo, haríamos un test. Si da negativo, todo perfecto, y en la mayor brevedad posible, siempre que lo permita su edad, vacunar.
Cuando hay seguridad de que existe contagio, mentalizarse de que más de uno quedará por el camino. La lucha es dura porque es una enfermedad muy agresiva con los cachorros al no tener anticuerpos de la madre (ya no maman leche de ella) y no ser posible vacunar hasta que no alcanzan entre los 2,5 - 3 meses. Quedan indefensos, expuestos a algo rápido y mortal.
El contagio se produce mediante mucosas, cuando se lamen unos a otros, heces, orina, juguetes, mantas, toallas, cualquier cosa que toquen. Si además los manipulamos y no nos protegemos, ya sea con nuestro cuerpo, ropa o calzado, también seremos transmisores y expandiremos el virus.
Deben tirarse todas las cosas que hallan entrado en contacto con ellos si son tejidos, comederos, bebederos, camas.. desinfectar con lejía de forma diaria superficies sólidas, transportines, etc y manipular a los animales con guantes, además de llevar una ropa y calzado exclusivo para ese habitáculo.
Ha sido un episodio muy duro. Hemos perdido cinco cachorros. Localizar el foco de la epidemia cuando estás alimentando a colonias es complicado, si has acogido cachorros de alguna de ellas podrías tener una idea. En mi caso, tenía claro de dónde venía. La propia persona que cedió a los portadores del virus no estableció separación de infectados, ni medidas sanitarias ni de seguridad. De hecho, el pensamiento de que los animales tienen que inmunizarse de forma natural como marca el ciclo de la vida es algo esencial en muchas personas, como la libre circulación entrando y saliendo sin vacunar ni preocupación alguna por su integridad. Dejé una puerta abierta a la confianza en alguien y se me coló este desastre. El dolor de irlos perdiendo, de verlos activos y en una noche morir, es indescriptible.
Lamento profundamente lo ocurrido, la pérdida de mis pequeños, el recuerdo de sus expresiones, de sus maullidos, de su dolor....
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