¿En qué puedo ayudar?

 

Sería gratificante puesto que es lo que en estos meses de confinamiento continuo hemos ido haciendo, que echaran un vistazo constructivo a "New Amsterdam", una serie que lejos de ser de jerga hospitalaria, de urgencias médicas y de romances muy lights, plantea una cuestión que al uso nos puede ser de mucha utilidad. Humanidad, pero no la de siempre, esa de ser buen samaritano y hacer donaciones porque ciertas imágenes nos reblandecen o porque creemos que nuestra alma dejará de seguir en pena si soltamos un pellizco de nuestro bolsillo. Hablamos de la humanidad recíproca, la de pedir ayuda a cambio de ayuda. No somos conscientes de las limitaciones que sufrimos hasta que nos desbordamos ayudando. Cuando decidimos entregarnos plenamente por la salvaguarda de las colonias e intentamos hacer lo posible por respetar su espacio y por conseguir que se respete, por el camino, personas nos piden ayuda. Por supuesto hacemos lo posible. Aún así se adopta por costumbre que estamos ahí siempre para encargarnos de todo aquello que de forma irresponsable no se ha hecho bien.. y lo que es peor, sin recibir nada a cambio. Es como si tuviéramos que hacerlo porque sí. Pues bien... ver esta serie puede llenar de gratificación hacia los demás a más de uno.. ¿por qué? .. sencillamente, quizá aportaciones económicas sea pedir demasiado para muchas personas que tienen otras prioridades en lo que a protección animal se refiere y que sin embargo enseguida te llaman para pedirte ayuda urgente porque su gata está embarazada.. pero un simple gesto, construcciones de casetas, ayudar a alimentar a las colonias, controlar una jaula cuando está preparada para capturar, llevar a alguna captura al veterinario porque en ese momento no se dispone de vehículo, cambiar el agua de los bebederos y no dejarla sucia, proteger una camada indefensa a la intemperie en lugar de hacerle fotos para publicarlo por las redes sociales... es pedir algo a cambio de algo.. no es tan difícil, y llena de satisfacción la autoestima cuando descubres que un pequeño gesto sirve para grandes cosas...

Camada callejera

 NUEVA ACTUALIZACIÓN DE HOY DOMINGO A LAS 12H..!!!

UNO DE LOS GATITOS HA FALLECIDO ESTA MISMA MAÑANA... ERA EL MÁS DÉBIL Y TENÍA DIARREAS.... LO SENTIMOS EN EL ALMA POR LA FAMILIA QUE HIZO LO QUE PUDO Y POR EL GATITO..

ACTUALIZACIÓN!!!

TODOS LOS BEBÉS HAN SIDO ACOGIDOS...

DESDE ASOCIACIÓN FELINA ARBOÇ OS AGRADECEMOS VUESTRA EMPATÍA HACIA LOS ANIMALES RESCATADOS Y OS DESEAMOS MUCHA SUERTE Y ÁNIMO CON ELLOS. GRACIAS POR VUESTRO ESFUERZO.

Tenemos un caso muy urgente por su complejidad. Ayer tarde una gata parió en medio de la carretera y pudimos salvar a un bebé, el cual ya ha sido dado en adopción una vez se han estabilizado sus condiciones (estaba en medio de la carretera muy frío a penas sin moverse). Esta mañana hemos controlado la zona, al parecer se convirtió en parque temático para los viandantes sin nadie ayudar. La gata se desentiende completamente de ellos y están muy débiles. Buscamos personas que con responsabilidad quieran ayudarles a vivir. Los estamos recuperando como podemos y por las circunstancias preferimos que sean de alrededores de L´Arboç, Vendrell, o con un claro compromiso para recogerlos si son de mayor distancia. Gracias por vuestra comprensión y colaboración.

Macabeo y Syrah

 ACTUALIZACIÓN DE HOY DOMINGO A LAS 12:14H

MACABEO Y SYRAH HAN ENCONTRADO FAMILIA CON ADOPCIÓN RESPONSABLE...

Os presentamos a Macabeo y Syrah, los dos últimos cachorros de la camada de Tavi... buscan adopción responsable a poder ser conjunta. Tienen 6 semanas.

El gato del farero

 

El mito de la isla de Stephens cuenta como se extinguen aves por la caza innata de un felino. De hecho, es falsa la historia ya que no sucede de la forma en que se extiende en las redes sociales. Para ser más exacto, la experiencia cuenta como un solo gato acaba con la especie "Chochín", un pájaro de minúsculo tamaño que no vuela, en menos de un año.

En wikipedia versión inglesa, ya se especifica que no es cierta la historia, pero en la versión española todavía no. A parte de dramatizar el caso, se indica que al tiempo de descubrir científicamente la especie, desaparece por el "terrible" gato.

Pues bien, la isla es de Nueva Zelanda, un islote minúsculo, que como en el resto del país albergaba esta especie (Chochín) que desapareció probablemente a causa de la rata polinesia y que sin embargo este depredador no llegó a Stephens Island. El grupo expeditivo de naturalistas se limita a la recogida de dicha especie ya muerta para disecarlos. La realidad habría sido otra si hubieran tratado de preservar al dichoso Chochín y no recolectarlo sin vida como estudio. Es cierto que existía una pequeña población de gatos asilvestrados que extinguió la totalidad de la especie bajo la indiferencia de los científicos.

El naturalismo en aquella época (finales SXIX) se entendía como una forma de clasificar a las diferentes especies descubiertas, una curiosidad adictiva que en muchos casos concluía en la colección de animales disecados. Prevalecía la caza y disecar a conservar las especies en su hábitat, ante una extinción segura que ya conocían de otras especies.

Uno de los tres fareros de la isla, recogió una muestra de Chochín que su gato le trajo como trofeo. Se puso en contacto con un coleccionista y enseguida comenzó la captura desmesurada de esta especie difícil de conseguir y que en garras felinas era más práctico. La codicia del ser humano no aparece en las explicaciones sobre esta historia, es más sencillo concluir con que el gato acaba con una especie. No se cuenta el interés económico de las ventas que se hicieron por dichas muestras. Se fomentó la caza y no se preservó la especie, no se hizo nada por evitar la extinción.

Era normal llevar en los barcos gatos para acabar con los roedores que en él viajaban. En todo caso en la isla de Stephens no había roedores. Hay constancia de una gata embarazada que se escapó por la isla de uno de los barcos. 

A ello sumar la transformación del islote en solo seis años (1892-1898); Desembarcadero, camino de acceso al faro, construcción del faro, vivienda de trabajadores, pequeña granja, cercado de la misma..

¿Qué provocó la extinción del pajarillo autóctono?

Los tres factores juntos...  la pérdida de hábitat, el predador introducido y la actuación y dejadez humana...

Rubi

 Es un gato sorprendente.... de casi dos años, perteneciente a una colonia familiar, en la que perdieron hace unos meses a un hermano (Negri) del que ya hicimos un post, cuya hermana es Lila, también en nuestro repertorio de fotos de adopciones.. perdimos el rastro hace unos días. Pensábamos que era por el cambio de hora. Nos ajustamos a la hora de siempre, pero no aparecía. Una noche, apareció cojeando. Estaba gravemente herido. Pensábamos en una rotura por atropello, pero no... fue aparentemente una mordida. Dos grandes agujeros que supuraban pus, inflamación. Pasó un invierno al igual que su hermano con fortaleza. Masajes con guantes de tela le daban confortabilidad a la hora de comer. Él lo agradecía. Se hacía posible su confianza. Llegado a la casa de acogida, tras un excelente trabajo en veterinaria, era el momento crucial. No hizo ningún intento de escapar, de morder, de arañar, no había rechazo, ni nerviosismo. Sólo deseaba que le tocaran la cara para él deshacerse en un gesto de agradecimiento. Jamás imaginábamos que un animal que ha vivido tanto tiempo en las calles respondiera de una forma tan sensible..

Gatito encontrado

 ACTUALIZACIÓN!!

Parece ser, que a pesar de no tener chip ni estar esterilizado, a pesar de deambular por la carretera buscando juego de forma inocente... tiene dueño.. justo cuando había aparecido una persona que se ofrecía como casa de acogida y tenerlo ya en casa... mañana por la mañana se dejará de nuevo en el veterinario (ahora ya esterilizado).. dicen que no hay dos sin tres... deseamos recapaciten los que quieren adoptar y dejan a los gatos libremente salir a la calle sin chip, sin esterilizar, Jugándose la vida.....

CASO URGENTE!!

Tenemos que recogerlo del veterinario en unas horas y devolverlo a la calle si alguien no se interesa por él. Buscamos casa de acogida con posible adopción , para un gatete muy simpático y manso , no está testado con otros gatos , está castrado , no creemos que llegue a los 9 meses de edad , dulzura en estado puro ..

Honnie

 Honnie, el gato color canela.... lo encontramos deambulando en la puerta del veterinario. Es completamente manso y se deja tocar sin problema y coger. Tiene su genio a veces, algo propio del carácter de cada gato, y refunfuña. Aproximadamente tiene dos años y está en casa de acogida con rejas en terraza y ventanas. No ha intentado nunca subir por la reja. Se asoma al balcón sin problema y es muy bueno. Está esterilizado y test de enfermedades negativo.

El problema que tenemos es que se estresa con facilidad al verse rodeado de otros gatos. Su propio metabolismo le hace crear cristales en la orina que estamos intentando reducir con una comida especial. Es lo único que presenta, una comida especial que no es ni más barata ni más cara, simplemente especial para casos como el suyo. Podéis imaginar la hora de la comida, teniendo que comer a parte de los demás, algo a lo que ya se ha acostumbrado, para que él no coma otra comida y para que no se coman su comida. Es muy posesivo y a veces tiene los típicos ataques de celo. Queremos lo mejor para él, alguien que quiera un gato cariñoso en una zona completamente controlada, si es con zona ajardinada mejor aún, porque creemos que de esta forma el será más feliz y mejorará notablemente.

Y la muerte llega..

 

Cuando nos deja un ser querido, ya sea miembro de nuestra familia, amistad o conocido, se nos hace más presente que la muerte está ahí y que tenemos que estar preparados para ello. Ya no por las circunstancias de la misma que pueden ser trágicas, esperadas por no tener solución o inesperadas por ser repentinas. El caso es que llegado el momento, asumimos esa realidad con más o menos apoyo. Pero qué pasa cuando se trata de la pérdida de una mascota? es igual de doloroso? hacemos duelo? qué hacemos entonces?

En la actualidad vivimos un periodo de desenfreno tecnológico, de cobertura amplia de redes sociales y conexión con el mundo de forma digital, de búsqueda de éxitos, de alcanzar objetivos, de independencia intelectual. Nos faltan horas para socializar. Está en auge la consideración de que hay personas solteras, solventes y con capacidad económica que no tienen a nadie con quién compartir su vida íntima. Por supuesto las separaciones de matrimonios con hijos o sin ellos, o bien las familias que persisten y perduran con el núcleo familiar, en cualquier condición, adoptar una mascota es una decisión responsable. En mayor o menor grado, la integración en nuestra vida de un animal doméstico establece una unión sentimental en ocasiones exactamente igual que la relación entre integrantes de una misma familia. La gradación de ello depende de la importancia que para nosotros tiene la convivencia con el animal.

Desde luego, el caso específico de alimentadores o cuidadores de colonias de gatos, que día a día mantienen un estrecho encuentro con los animales puede ser considerado un enlace emocional importante debido a la delicada situación de lo que supone malvivir en las calles. Recoger el cadáver del suelo de un gato que has alimentado, que te has preocupado por él y que sabes que nadie más lo hizo pasando desapercibido a ojos de los demás, terminando aplastado, envenenado, atropellado, atacado o con una enfermedad grave, pues en fin, emocionalmente es un shock. Tenemos la sangre fría de actuar de inmediato con el cuerpo inerte. Por nuestra legislación está prohibido enterrar y se ha de incinerar, aunque la mayoría de municipios por ahorrar decide lanzar al contenedor de la basura. Con lo cuál, todavía quedan unas horas de permanecer con el cuerpo metido en una bolsa de plástico bien en un refrigerador, en una terraza o en un vehículo hasta poderse llevar al veterinario más cercano. Se crea un cruce de sentimientos contradictorios, de mantener firmeza ante los hechos y de derrumbarte al mismo tiempo de la misma impotencia, de mirar por los que te quedan con vida y de llorar por el que has recogido muerto. Es sano, necesitas llorar para dejarlo marchar, para poder recordar sus mejores momentos contigo. Es mejor no hacerse mala sangre del por qué somos como somos, del por qué no respetamos velocidades, por qué no somos más precavidos con nuestro entorno, por qué no respetamos la vida... El ser humano es destructible y siempre lo ha sido, exterminándose entre sí y a todo lo que le rodea, eso no va a cambiar, va en nuestra condición de ser racional, piensas para hacer el bien y para hacer el mal.. Mantener firmeza para seguir luchando por sacar adelante al resto, recordar los que se han ido y no guardarse ningún sentimiento, ningún dolor, psicológicamente es sano exteriorizarlo todo, estabilizar nuestro interior ayudará a fortalecer la entereza..

Las depresiones por la pérdida de una mascota son comunes, al igual que entre los propios animales que compartieron juegos con el que se nos ha ido. Mucho amor, cariño, caricias que les asegure que cuidaremos de ellos, que estamos ahí para protegerles, respetaremos el duelo para recuperarnos y con el tiempo quizá adoptar de nuevo, pero no con la idea de sustituir, sino de complementar. Cada animal tiene su propio carácter, irrepetible. Siempre nos va a quedar el consuelo de haberle dado lo mejor, de haberle hecho feliz y de quererlo con respeto.. 

Nunca calles una verdad, porque el silencio hace que la vida sea una mentira..

Confesiones de un padre escepticista...

 

Parece que fue ayer cuando el mundo felino no me interesaba para nada, cuando miraba a las personas que alimentan a gatos en la calle como gente desquiciada, parece que fue ayer en que la visita a la casa de amistades que tenían gatos me resultaba incómoda por los olores, el pelo que sueltan, el que se suban aquí y allá. El pensamiento propio sumado a la opinión de la gran mayoría sobre el carácter de poco fiar de los gatos tampoco ayudaba... Todo cambia..

Decidí hacer un viaje hacia otra cultura, el camino musulmán pero visto desde un aspecto más occidentalizado. Marruecos fue para mi el entresijo de la pura necesidad de conformarte con lo que tienes y ser feliz. Allá no vi ningún perro.. sólo gatos. Deambulaban por todas partes, en situaciones lamentables de salud y de falta de alimento. Un gran amigo marroquí me guiaba por mi semana turística, pero chocante era que él estaba en Barcelona, en mi ciudad, y yo en la suya, de visita. Rachid, junto a su hijo, acababa de recoger un gatito de dos meses de un contenedor, malnutrido, enfermo y con un par de costillas rotas. El niño lo cogió en brazos y le preguntaba al padre si se pondría bien. Lo llevaron a una protectora y pagaron los gastos de veterinaria. Con el paso de los días y sus continuas visitas al animal, al final lo adoptaron.

Eso me dio que pensar..

Si la inocencia de un niño es capaz de ver todo lo que nosotros no vemos, es que algo no está funcionando.

Por mi situación personal, no era viable tener perro, porque no quería dejarlo solo en casa mientras yo estaba en el trabajo. Decidí seguir el camino de mi amigo, pese a que él me aconsejó de pensarlo bien, con responsabilidad, antes de tomar una mala decisión. Adopté a un gatito siamés, se llama Rachid. Mucha incertidumbre, miedo, la falta de costumbre... todo se disipó con la llegada de Rachid, mi gato siamés. Juntos durante mis vacaciones de verano y separados por unas horas de vuelta a la normalidad laboral terminó por decidirme en dar compañía al gatito. Y llegó Aicha, una gatita siamesa.. Esa fue la necesidad de encontrarme conmigo mismo y con el mundo animal. El problema de las adopciones es que en ocasiones desconoces de dónde vienen y en qué situación se encontraban. La situación de pandemia en sus comienzos, la alarma social y el confinamiento no permitía en muchos casos alimentar a las colonias de gatos. Y conocí a Lola, una gata de 13 años, que pedía comida en la puerta del supermercado. Aquello fue doloroso, mucho, ver como nadie le hacía caso mientras ella maullaba. La conquisté dejándole comida durante varias semanas... y me la quedé..
Fue el detonante. No comprendía por qué había gatos en las calles, en nuestras calles, y nadie les prestaba atención. La inquietud hizo que conociera a más personas que se encargaban de la alimentación de determinadas colonias del pueblo. Nos juntamos y decidimos luchar por su mejor situación, esterilizar, alimentar y curar dentro de nuestras posibilidades. Soy casa de acogida y buscamos adopciones responsables.
Es imperdonable que haya tardado tanto tiempo en darme cuenta de que las experiencias hay que vivirlas y no esperar a que te las cuenten, de que la magnitud de los problemas es muy grande en la mentalidad humana cuando se tratan de forma impersonal, desde la distancia, sin tocar la realidad cada día que pasa con tus propias manos. Me arrepiento cada día de no poder hacer más, de entender que la sociedad en la que vivimos hace una valoración sobre los hechos insensiblemente. Quizá la etapa de la vida en la que me encuentro sea de plena madurez, tanto física como espiritual..

Adopciones