Las raciones para las colonias en muchas ocasiones son las que son... no hay para más... si la media debería de ser de unos 100gr por animal al día hablando como promedio de que son adultos, pues el cálculo es sencillo... Normalmente los recipientes se controlan en función de la rapidez con la que se vacían... Si de un día para otro sobra pienso, hay que llenarlos menos... si quedan completamente vacíos, hay que llenarlos más. Hablamos de una puesta al día, que sería lo favorable para tener el mínimo contacto con ellos, luego explicaremos por qué motivo.
También interviene el factor de otros posibles animales. Ratas, palomas, caracoles, hormigas... pueden comerse el pienso y confundirnos. Al mismo tiempo, si se moja, si se llena de insectos, no comerán.
Es esencial tener en cuenta todas las opciones. El control de una persona por colonia sería lo favorable, no hacer ruido, no hablar ni gritarse con nadie, sin móviles, sin distracciones. Son animales intuitivos y todo les altera ya que siempre están alerta. Es bueno hablarles, pero sólo desde el sentido de que se relajan con el tono de nuestra voz, les crea confianza, nos reconocen y se acostumbran a nuestra presencia.
La puntualidad es importante. Hemos experimentado desplazamientos de colonias buscando alimento por llegar media hora más tarde de lo normal, y eso crea un riesgo dependiendo de la zona, algo que suponemos es un área discreta y apartada de la actividad urbana, dentro de las posibilidades que podamos mantener.
Ahora viene la problemática que se crea de forma generalizada en las colonias. Hay personas que sin entender o sin querer entender el por qué hacemos lo que hacemos, por su cuenta, insisten en alimentar bajo su propio ingenio con comidas que deberían desecharse, con restos de platos de consumo humano, sin valorar si lo que les dan es perjudicial o no.... mientras se lo coman...
Hay personas que son más dedicadas y les dejan latas o pienso en recipientes, en cualquier sitio, sin tener en cuenta si esa colonia está controlada o no, sin recoger todo lo que van depositando, creando suciedad y molestias vecinales y atrayendo a más gatos al haber más alimento. Sobrealimentar es estabilizar a grandes colonias, fertilizar la época de cría y dar pie a que se descontrole la esterilización del grupo. Lo peor de todo es que quizá estas personas nunca lleguen a entender el mal que están creando. Dejan la comida, dejan la suciedad y dejan a los gatos que les siguen desde otros puntos, porque suelen ser personas que se crean el mismo recorrido cada día... Siempre les puede la pena y la lástima en la calle cuando ven un gato, pero no valoran las consecuencias fatales que pueden devenir.
Es básico siempre observar, cuántos animales hay, de dónde vienen, y fijarse en si tienen puntos de agua y comida. No alterar el orden de las cosas. Informarse de si en la zona hay alimentadores o alguna asociación y por supuesto colaborar siempre de forma organizada.
Luego está el peor grupo de todos.... los suicidas.... son esas personas que no les basta con poner su "rancho" particular... si no que además silban o llaman a los gatos, desplazándolos de su zona para llevarlos a otra, perdiendo la seguridad que tienen para protegerse de peligros como perros, coches u otras causas que les inquietan y estresan, pudiendo salir corriendo en cualquier dirección sin control. Se desorientan y toman por costumbre bajar la guardia. No es fácil asentar una colonia de forma permanente y sin embargo es muy fácil echarlo todo a perder por una estupidez como esta..
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