Tres funciones son básicas para nosotros. La alimentación, la captura y la adopción.
ALIMENTACIÓN: El objetivo de cualquier alimentador es controlar su propia colonia. La comida desde luego es el efecto llamada para cautivar y ganarnos la confianza de los gatos. Lo más importante es observar, de dónde vienen, cuándo aparecen y cuándo se van, cuántos son y como se comportan. Hay ejemplares más sumisos que otros y en cambio los machos alfa o las hembras protectoras son un auténtico peligro en muchas ocasiones. La confianza con el alimentador es crucial. Se consigue día a día. Ellos reconocen a quien les da de comer, se aproximan cada vez más, atentos a cualquier movimiento brusco que hagamos, con el tiempo nos marcan con sus roces, nos siguen, algo a tener en cuenta ya que no siempre es aconsejable. No es ninguna sorpresa decir que el futuro para ellos será incierto, marcado por muertes prematuras sobre todo debido a los accidentes o enfermedades. Habrá días en que necesitarán tratamiento médico aunque estén en la calle. Una simple conjuntivitis precisa de gotas y será misión imposible si no se acerca a nosotros ni se deja tocar. El alimentador puede hacer un seguimiento de los animales que necesitan ser esterilizados, de los nuevos que se incorporan a la colonia, de las camadas indeseadas a controlar y causa urgente de atención para que no les falte de nada a las mamás en periodo de lactancia, al igual que puede hacerse una idea de las posibilidades de ciertos gatos de adaptarse a un hogar tras observar su versatilidad para socializar con las personas.
Comida básica de pienso una vez al día en horas de máxima discreción y en un lugar que no sea concurrido donde ellos se sientan protegidos, agua y comida húmeda para comer en el momento de la puesta y su posterior retirada cuando la acaban. De esta forma no dejamos desperdicios ni atraemos a otros animales o insectos. Nunca dejaremos restos de comida de nuestra alimentación diaria. Los gatos no pueden comer la gran mayoría de productos de los que nosotros ingerimos y les resultan tóxicos y altamente peligrosos para su digestión. Los recipientes de plástico se deben lavar a menudo y retirarlos por otros nuevos. La parte inferior de las garrafas de agua nos sirven para ello.
El problema básico es la lluvia, el viento, las hormigas, caracoles, palomas y otros animales que se puedan comer su comida. Ser conscientes de que si llueve y la comida se moja, no comerán. Si se llenan los comederos de hormigas, no comerán. Los caracoles dejan el rastro de sus "babas" y tampoco les resulta agradable. Si hace viento puede salir volando el recipiente y si hace mucha calor el agua se evapora.... es complicado el mantener un puesto para ellos de salvación alimentaria al aire libre.
CAPTURA: Confianza con ellos. Facilita el trabajo. Desgraciadamente para casos muy difíciles agiliza la complejidad del momento tener a su alimentador de cebo. Nos servimos de jaulas, redes, trampas, mil y una tácticas para poder capturarlos. Son muy inteligentes. Generalmente, cuando fallamos en el intento de cogerlos, no vuelven a caer en el mismo error y hay que buscar otra forma diferente de engañarlos. Es preferible que quién capture no sea su propio alimentador, a menos que sea un caso extremo. Se rompe ese lazo de afectividad durante un tiempo. Actuar con normalidad, movimientos lentos y tranquilos y no mirarlos fijamente. Les gusta observar pero no que les observen. Siempre tenemos que ir dos pasos por delante de ellos y anticiparse al máximo. Con el tiempo hacemos predicciones de lo que sucederá y no suele fallar, la experiencia te enseña a no cometer los mismos errores. No dudar nunca del momento de la captura. Esos segundos de lentitud son los que los gatos utilizan para escapar. Sobre todo ser optimista y positivo. Es como ir a pescar. No sabes si tendrás éxito, pero hay que intentarlo. El objetivo es reducir el elevadísimo número de gatos que hay controlando y acortando su capacidad de reproducción. Una vez esterilizados, se devuelven a su colonia.
ADOPCIÓN: No es fácil. Pese a que cada vez el ser humano está más dispuesto a adoptar gatos como animal de compañía e incluso entiende y se posiciona de forma favorable a la labor que desempeñan las asociaciones por salvarlos, también existe esa tradición arcaica de pensamiento en que parece ser que el gato es un animal salvaje destinado al destierro de nuestra vida y a apañárselas solo ante nuestra pasividad de que viva o muera. El cuidado del paisaje, de los parques, de los árboles y de otros espacios es una labor remunerada y reconocida por la sociedad. En cambio preservar a los seres vivos que cohabitan con nosotros no. La obligada responsabilidad municipal, la voluntariedad de las asociaciones y la implicación de los que colaboran hacen posible pensar en un futuro esperanzador. Recogemos a los cachorros de máxima urgencia si están en situación de peligro, si están solos o si están enfermos.
Cuando se trata de bebés, es prácticamente imposible salvarlos sin la madre o una madre sustitutiva que los acepte. Es muy difícil controlar la temperatura corporal, la necesidad de alimento cada dos o tres horas, el control de su capacidad de ingerir o de defecar, etc.. Cuando son de dos meses en adelante, pues desparasitación tanto interna como externa... siempre llegan con diarreas, conjuntivitis, resfriados y un sinfín de enfermedades controlables o altamente contagiosas. Al no tener tres meses de vida, no pueden vacunarse. Pueden poseer los anticuerpos de la leche de la madre que supuestamente les protege y el efecto de la vacuna no serviría de nada. Hay un índice elevado de mortalidad en esta etapa, ya que no tienen defensas a las enfermedades que contraen en la calle y que se contagian de unos a otros. Es primordial el periodo de cuarentena; aislamiento de otros gatos y protección frente al posible contagio también por nuestras manos y ropa al poder ser portadores del virus en cuestión. El coste en medicación y en veterinaria en general es muy alto. No queda cubierto con ningún tipo de ayuda.
El acto de adoptar consiste en aceptar sacar de la calle a un animal, protegerlo tanto sanitariamente como por su propia integridad frente a riesgos posibles que no son otra cosa que despistes nuestros. Puertas o ventanas abiertas, balcones o ventanas sin protección, plantas venenosas para ellos, comidas inadecuadas, elementos de una casa pequeños que puede ingerir... Pronosticar cuanto tiempo estará con nosotros de forma sana es impredecible. Ni siquiera sabemos cual es el futuro de nuestra propia salud. Pero tenemos claro que queremos ofrecerles algo muy distinto al calvario de vivir en la intemperie sin nadie que les quiera....
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